Día libre y mañana soleada. Condiciones perfectas para salir de casa y comenzar a andar sin rumbo, dejándote sorprender por el callejero que, con total seguridad, esconde rincones que nunca has visto porque en ciudades como Londres ni el scout más experimentado podría controlarlo al 100% y eso le da una pincelada de emoción a cada paseo.
Lista y ya en mi papel de exploradora, un poco por el mero placer de “acariciar aceras”, como dice Sigue leyendo